El avión ‘Solar Impulse’, que funciona
completamente con energía solar, finalizó su primer viaje intercontinental.
El avión experimental
aterrizó el martes en el aeropuerto de Rabat-Salé de Marruecos, proveniente de
Madrid, España. El viaje duró 20 horas (un trayecto en un
avión normal dura alrededor de una hora), de las cuales voló algunas
horas en la noche después de haber almacenado energía durante todo el día.
El vuelo fue dirigido por el piloto suizo Bertrand Piccard, quien
inició este proyecto en 2003.
El ‘Solar Impulse’ tiene
alas hechas en fibra de carbono, mide unos 63 metros de largo y
tiene 12.000 celdas solares que potencia las hélices y cargan las baterías
de iones de litio. Aunque, Piccard dijo que el objetivo no era “usar
la energía solar en una aeronave, sino era demostrar que podemos lograr
objetivos increíbles, casi imposibles con las nuevas tecnologías sin
combustibles fósiles“.
Ahora Piccard y
su equipo están trabajando en su próximo vuelo, en el que esperan darle la
vuelta al mundo en el próximo año, que quieren que sea sin ninguna escala. Él ya había hecho travesías
de este tipo, como cuando en 1999 le dio la vuelta al mundo en un globo. Además
Piccard cuenta con genes de acero ya que su padre y su abuelo también eran
reconocidos aventureros.