En la segunda
película de la trilogía de ‘Volver al futuro’, Marty McFly viaja a
2015 para evitar que su hijo vaya a la cárcel y para salvar a Hill Valley, el pueblo
en el que se desarrolla la película, de la tiranía del perverso Biff. A su
llegada al futuro, encontró varios gadgets que pusieron a volar la imaginación
de los millones de fanáticos de la película. Gracias a eso, hay quienes
se han puesto en la tarea de sacar de la ficción algunas de las cosas que se
ven en la película, con lo que consiguieron cosas como estas:
Zapatos que se amarran solos.
Quizás lo que
más envidiaban los ‘fans’ de la película eran los zapatos de Marty. No porque
fueran especialmente bonitos, sino porque sus cordones se ataban solos. En el
mundo de ficción de la película, alguien había tenido la delicadeza de crear
una solución definitiva e indolora para el problema de los zapatos
desajustados. Y en la realidad, el inventor Blake Bevin mostró una manera de hacerlo. Por desgracia, no son tan transparentes
como los de la película; pero algo es algo.
El monopatín volador.
Otra de esas
cosas que dejan a la gente con la boca abierta es el ‘hoverboard’ o monopatín
volador en el que Marty se devoraba las calles de su pueblo. Incluso
hay un mito urbano que dice que los que aparecen en la película funcionan de
verdad, pero que se decidió no venderlos al público porque son muy inseguros. Cierto
o no, en Wikipedia
hay una lista de intentos de inventarlos, pero –según la
enciclopedia– “ninguno de ellos ha demostrado experiencias similares a
las de las películas”.
Quizás quien más
se ha acercado es el artista Nils
Guadagnin, quien creó con imanes esta versión del ‘hoverboard’.
Lástima que solo sea una pieza de museo.
El De Lorean DMC-12.
El modelo del
carro en el que Marty y el doctor Brown viajaban en el tiempo existió en la
vida real. Fue un auto de lujo producido en Irlanda entre 1981 y 1982 por la De
Lorean Motor Company. No se alcanzaron a fabricar muchos de ellos, pues
el fundador de la compañía, John De Lorean, fue acusado y luego declarado
inocente de tráfico de drogas. La primera película, estrenada en 1985,
le dio un lugar en la cultura pop.
En 2008, Stephen
Wynne, un británico que vive en Estados Unidos y se dedicaba a reparar los
viejos De Lorean, anunció que volvería a producirlos en serie en una escala muy
pequeña: solo fabricaría 50 carros nuevos cada año. Y en 2012, Wynne dijo que
comenzará a vender una versión eléctrica de estos famosos carros. Si
quiere tener uno de los 300 que se van a fabricar, debe pagar los 90.000
dólares que valen. Según la BBC, hoy ruedan unos 7.500 de estos
vehículos en el mundo.
Gafas de realidad aumentada y videollamadas.
En la película,
Marty Jr. se queja de que el televisor de sus lentes solo le permite ver dos
canales al mismo tiempo. Eso sí podría ocurrir tal como se ve en la película. Hace
poco les contábamos de Google Glass Project, el proyecto de Google construir
anteojos de realidad aumentada. Supone uno, sin saber mucho sobre qué es lo
que en realidad van a incluir estas gafas, que podrán reproducir video. Sería
un bonito homenaje a la película.
Además, la
película predecía que en 2015 las videollamadas estarían en todas parte. Y en
2012 ya sabemos que acertó. Los servicios de videochat se tomaron los
computadores, los celulares y los televisores inteligentes.
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